La ausencia de gravedad en el espacio afecta profundamente al cuerpo humano. Los astronautas pierden hasta un 20% de su masa muscular en misiones largas, la columna vertebral se estira (por eso crecen unos centímetros) y los ojos cambian de forma por la presión. En la Estación Espacial Internacional, los científicos estudian estos cambios para prepararse para viajes a Marte o futuras colonias lunares.